Por R Itzel Venegas
1. Cambiando la narrativa Rompe el estigma de entrada: “Por años, el cannabis ha sido asociado con escapar de la realidad. Pero, ¿y si en lugar de huir, pudiera ser una herramienta para afrontarla con más serenidad y claridad?” Y si esto es una creencia infundada por los Estados unidos iniciada en un contexto historico en las primeras décadas del siglo XX, la marihuana comenzó a asociarse con inmigrantes mexicanos y afroamericanos, grupos que enfrentaban prejuicios sociales significativos. Políticos y medios de comunicación de la época promovieron la idea de que el consumo de cannabis estaba vinculado a la criminalidad y comportamientos «indeseables» . Cuando hoy en día se sabe que el riesgo de alguien que haya fumado weed su comportamiento “indeseable” más próximo a hacer sería mezclar su propio helado con french fries. Muestra empatía: Reconoce que es común pensar que el consumo de cannabis está relacionado con procrastinar, pero introduce la idea de que no es la planta en sí, sino el propósito y el contexto de su uso lo que hace la diferencia.]
2. El cannabis como herramienta, no como muleta El propósito importa: Explica que el cannabis, como cualquier otra herramienta, depende de cómo se use. Cuando se emplea con intención, puede ser un catalizador para enfrentar problemas, no evitarlos. Ejemplo práctico: «Así como una taza de té puede calmarte para reflexionar después de un día caótico, una microdosis de cannabis puede ayudarte a bajar la velocidad para analizar tus emociones sin el ruido constante del estrés. » OJO. – Es importante registrar la cantidad de consumo, para aprender a definir tus límites, ten en consideración que sino tienes definidas tus cantidades de consumo, es más fácil exceder el mismo. Si, crees que no es tu caso, corroboralo midiendolo igualmente.
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3. La ciencia detrás del cannabis y la gestión emocional El sistema endocannabinoide: De manera sencilla, explica cómo el cannabis interactúa con nuestro sistema para regular emociones como la ansiedad y el estrés. El impacto en el cerebro: El THC en dosis controladas puede ayudar a calmar una mente hiperactiva, facilitando la reflexión. El CBD ayuda a reducir la ansiedad sin causar efectos psicoactivos, proporcionando una sensación de calma. Investigaciones relevantes: Un estudio realizado por APA American Psycolical Association (LaFrance, E. M., & Cuttler, C. (2017). Inspired by Mary Jane? Mechanisms underlying enhanced creativity in cannabis users. Consciousness and Cognition, 56, 68-76. https://doi.org/10.1016/j.concog.2017.10.009) Aunque este estudio de Heng, Y. T., Barnes, C. M., & Yam, K. C. (2023). Cannabis use does not increase actual creativity but biases evaluations of creativity. Journal of Applied Psychology, 108(4), 635–646. https://doi.org/10.1037/apl0000599. Nos dice datos poco concluyente, es importante tener las dos caras de la moneda, aunque los datos de los estudios precisan más investigaciones individuales y consideraciones más puntuales como el sexo de los usuario y diagnosticos de precedentes de transtornos mentales. Es difícil precisar con exactitud cómo el cannabis influye en la creatividad sin experimentarlo de primera mano. Esto se debe a que la creatividad, por naturaleza, se define a menudo en términos de experiencias profundamente subjetivas, y los métodos científicos para medirla siguen siendo, en el mejor de los casos, poco sólidos. La ciencia aún no logra captar plenamente los intrincados mecanismos detrás de este fenómeno. Incluso los científicos suelen recurrir a la filosofía académica para explorar cómo el cannabis afecta la creatividad y si esta influencia puede considerarse ética o beneficiosa. El alcance del tema es vasto, y tanto los estudios científicos como las evidencias anecdóticas coinciden en la complejidad y la riqueza de las experiencias creativas humanas.
Por ejemplo, un escritor en su estudio puede percibir los efectos del cannabis en su creatividad de forma muy distinta a un bailarín en plena coreografía o en el escenario. Estas son expresiones creativas que movilizan distintas partes del cerebro y el cuerpo, y todas ellas pueden verse moduladas por la variedad de cannabis, la dosis y hasta el estado emocional del individuo. Las variedades de cannabis, como la sativa y la índica, ofrecen efectos contrastantes, y el impacto creativo varía de una persona a otra. Mientras que un escritor podría hallar inspiración en una dosis moderada de índica, un bailarín podría sentirla como un obstáculo para su energía.
Por otro lado, un matemático podría preferir el efecto estimulante de una sativa para potenciar su pensamiento analítico. Al final, el potencial del cannabis para estimular la creatividad radica en la habilidad de cada individuo para elegir la variedad y la dosis que mejor se adapte a sus necesidades. La relación entre el cannabis y la creatividad no es simple, pero está llena de posibilidades para aquellos que se aventuren a explorarla con conocimiento y sensibilidad. Referencia. – ( ) Cannabis y creatividad: Imaginación, Arte y Expresión
4. Cómo el cannabis puede ayudar a afrontar problemas Genera espacio para la reflexión: El cannabis puede desacelerar los pensamientos, permitiendo un análisis más consciente y menos reactivo de los problemas. Facilita la autoaceptación: Muchas personas descubren que bajo los efectos suaves del cannabis pueden explorar emociones difíciles sin sentirse abrumadas. Potencia la creatividad: Para problemas complejos, el cannabis puede abrir perspectivas nuevas y facilitar soluciones innovadoras. Promueve el descanso: Un buen descanso (facilitado por el cannabis) es clave para enfrentar los problemas con energía renovada.
5. Diferencia entre afrontar y evadir Procrastinación: Es posponer decisiones o acciones debido al miedo o la falta de motivación. Uso consciente del cannabis: Es usar la planta para entrar en un estado mental más tranquilo o enfocado, desde el cual se puede abordar un problema con claridad. Ejemplo: “Imagina que tienes una tarea difícil que te genera ansiedad. En lugar de evadirla, el cannabis podría ayudarte a reducir esa ansiedad y a acercarte a la tarea con una mente más serena. ”
6. Cómo usar el cannabis para afrontar problemas Establece una intención antes del consumo: ¿Qué quieres resolver o reflexionar? Elige la variedad adecuada: Sativas ligeras para claridad y creatividad. Índicas suaves o híbridas para relajación y descanso.
Microdosis como estrategia: Explica cómo pequeñas dosis pueden ofrecer beneficios sin desorientar. Combina con prácticas saludables: Usa el cannabis como complemento a actividades como journaling, meditación, caminatas conscientes o incluso una terapia. El cannabis como un acto de autocuidado Afrontar problemas con cannabis no es escapar, sino una forma gentil de crear espacio para el autocuidado, la reflexión y el bienestar. “El cannabis no resuelve tus problemas, pero te puede dar el respiro necesario para enfrentarlos con más calma y claridad. ”
Conclusión: Redefiniendo el diálogo sobre el cannabis y la creatividad El cannabis, como tantas otras sustancias, ha sido parte integral de nuestra sociedad, aunque históricamente relegado a los márgenes del debate público y moral. Mi inquietud no radica en perpetuar narrativas de negación o prohibición, sino en abrir un espacio dialéctico que permita explorar conscientemente su uso. Creo firmemente que es más eficiente y enriquecedor educar e informar sobre las maneras responsables y conscientes de consumir esta planta, que insistir en su exclusión total de la vida moderna. Sin embargo, mi propósito va más allá de la mera regulación o normalización. Me interesa profundizar en la moralidad de los actos creativos que se ven influenciados por sustancias como el cannabis.
¿Hasta qué punto el uso de esta planta puede ser considerado un acto ético?
¿Cómo encaja en el marco más amplio de las decisiones humanas, el trabajo artístico y las contribuciones sociales?
Estas preguntas me llevan a reflexionar sobre cómo las teorías filosóficas que he estudiado a lo largo de mi vida podrían iluminar esta discusión. Desde el Marxismo, por ejemplo, es evidente que el contexto histórico y material condiciona profundamente el pensamiento. Sin embargo, en mi opinión, muchas de estas teorías pierden relevancia si no se comprenden dentro del marco específico de las condiciones sociales y económicas en las que fueron escritas. El mundo actual, con sus dinámicas globales y su acelerada transformación tecnológica, parece estar tomando un rumbo distinto, uno que demanda nuevas interpretaciones y adaptaciones de estas ideas. Mi intención no es ofrecer respuestas definitivas, sino proponer un modelo de análisis basado en la combinación de datos empíricos y reflexión filosófica. Creo que mediante el uso de herramientas como el análisis de datos podemos aportar pruebas tangibles que respalden un diálogo informado y ético sobre el cannabis. Este enfoque no solo permitirá cuestionar las percepciones actuales, sino también dar visibilidad a nuevas perspectivas sobre su impacto creativo, emocional y social.
Reconozco que esta misión es compleja y ambiciosa, pero es precisamente en estos desafíos donde yace la oportunidad de contribuir significativamente al debate contemporáneo. Al generar evidencia, abrir el diálogo y conectar el pensamiento crítico con la acción, creo que podemos avanzar hacia una sociedad más consciente y madura en su relación con el cannabis, la creatividad y las decisiones morales que moldean nuestro futuro.