¿Como pueden los hombres no obstaculizar el crecimiento de las mujeres en la industria del cannabis?

Después de todo, ¿Mucho ayuda quien no estorba?

La industria del cannabis está experimentando un crecimiento significativo, pero, al igual que en muchos sectores, el machismo sigue representando un obstáculo para las mujeres que buscan destacarse y prosperar en este entorno. Para entender cómo los hombres no solo pueden no estorbar, sino también apoyar activamente el desarrollo de las mujeres en la industria del cannabis, es esencial examinar cómo el machismo histórico y estructural sigue perjudicando la igualdad de género en este espacio.

No obstante, las investigaciones muestran consistentemente que las mujeres en posiciones de poder, tanto en países como en empresas, generan mayores retornos económicos y sociales, y que la diversidad en el liderazgo es una clave utilizada para el éxito. Como señaló un artículo en The Economist, los países que descuidan a las mujeres fracasan, y lo mismo puede decirse de las industrias. Entonces, ¿cómo puede la industria del cannabis legal, que aún está en sus primeras etapas pero ya es una industria millonaria abrazar la equidad de género, la inclusión y la diversidad racial, y beneficiarse de eso?

Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras sustanciales para ingresar y avanzar en industrias dominadas por hombres, y el cannabis no es una excepción. Desde el cultivo hasta la distribución y el emprendimiento, las mujeres enfrentan desafíos que van desde el acceso al financiamiento hasta la representación adecuada en puestos de liderazgo. El machismo se manifiesta de diversas formas, desde la desconfianza en cuanto a la competencia de las mujeres hasta el acoso sexual en los lugares de trabajo.

Uno de los principales obstáculos es la falta de representación femenina en los niveles más altos de la industria. Aunque las mujeres están involucrándose cada vez más, a menudo se encuentran con una estructura empresarial y cultural que no valora equitativamente sus contribuciones. Esto se refleja en la disparidad salarial, la falta de oportunidades de crecimiento y la percepción de que ciertos roles o posiciones están reservados principalmente para hombres.

De acuerdo con una investigación realizada por MJBizDaily que analizó datos de varios estados de EE.UU. en partes donde el cannabis es legal, más mujeres están ingresando a carreras en la industria del cannabis a medida que esta crece, pero menos de una cuarta parte (23,1%) de los cargos ejecutivos en cannabis estaban ocupados por mujeres en 2022 y poco más de un décimo (12,1%) de los ejecutivos eran personas de color. Otro estudio de la Universidad de Toronto encontró que el 86% de los ejecutivos en la industria del cannabis en Canadá eran hombres, y que las mujeres no blancas representaban apenas el 2% de los cargos de liderazgo.

Esta disparidad es especialmente evidente en grandes eventos globales de cannabis, que pueden ofrecer oportunidades de networking y de participación en el sector para los asistentes y los oradores.

MUJERES EN LA CIENCIA E INVESTIGACIÓN DEL CANNABIS: EL EFECTO MATILDA

La visibilidad y representación son especialmente importantes para mujeres y niñas en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), donde solo una tercera parte de los investigadores del mundo, conocidos por descubrir conocimiento y liderar nuevas ideas, son mujeres. Además, las mujeres negras enfrentan disparidades salariales significativas en comparación con otros géneros y razas en carreras STEM.

Una manera en la que esto sucede, como en muchas carreras de alta presión y alta productividad, es a través de las oportunidades potenciales pérdidas debido a tener un hijo y las necesidades de cuidado infantil asociadas. El financiamiento es conocidamente competitivo en la investigación científica y tener un hijo puede, en última instancia, impactar las perspectivas futuras de alguien que da a luz.

Otra forma en que la desigualdad de género es claramente evidente en la ciencia del cannabis es a través del “Efecto Matilda”. El “Efecto Matilda” se refiere al fenómeno en el cual las contribuciones significativas de las mujeres son minimizadas, ignoradas o atribuidas a hombres. 

Este término fue acuñado por la socióloga feminista Margaret W. Rossiter, inspirado en la reformadora de derechos de las mujeres Matilda Joslyn Gage. Rossiter utilizó este concepto para destacar cómo las mujeres en la ciencia y en otras áreas frecuentemente enfrentan obstáculos para que su trabajo sea reconocido y valorado, incluso cuando hacen contribuciones importantes al progreso y la innovación.

MUJERES FUMETAS: UNA OPORTUNIDAD MULTIMILLONARIA 

Incluir a mujeres y grupos subrepresentados no es solo un esfuerzo altruista; desde una perspectiva de lucro, tiene mucho sentido. Como se mencionó anteriormente, el liderazgo diverso beneficia el beneficio neto de una empresa y, en el caso del cannabis, tener personas en la sala que comprendan y aprovechen el potencial del mercado vale su peso en oro.

A pesar del arquetipo del consumidor masculino de marihuana, la mitad de los consumidores de cannabis (y a veces más, dependiendo de la ubicación) son mujeres. Sin embargo, aún existe un estigma en torno a las mujeres que consumen cannabis, especialmente cuando se trata de criar hijos y la maternidad.

¿Y CÓMO PUEDEN LOS HOMBRES NO MOLESTAR?

Para cambiar esta situación, los hombres pueden desempeñar un papel crucial como aliados y defensores de las mujeres en la industria del cannabis.  

Además, los hombres pueden educarse sobre las experiencias de las mujeres en la industria, escuchando sus historias y aprendiendo de sus perspectivas únicas. Esto ayuda a construir empatía y comprensión, creando un entorno de trabajo más inclusivo y acogedor para todos. La creación de redes de apoyo entre hombres y mujeres también es esencial, permitiendo que las mujeres se beneficien de la mentoría, orientación y oportunidades de networking que a menudo están restringidas por barreras de género.

A nivel organizacional, las empresas pueden implementar políticas explícitas de igualdad de género, incluyendo prácticas de contratación que busquen la diversidad, programas de desarrollo de liderazgo para mujeres y la revisión regular de las políticas de ambiente laboral para garantizar que sean inclusivas y libres de discriminación.

Además de apoyar a las mujeres dentro de las estructuras corporativas, los hombres en la industria del cannabis pueden hacer esfuerzos adicionales para promover la representación femenina en espacios públicos y redes sociales. Esto incluye compartir y promover el trabajo de las mujeres, destacando sus logros y contribuciones a la comunidad del cannabis. Al ampliar sus voces, los hombres pueden desempeñar un papel fundamental en la construcción de una cultura más equitativa e inclusiva.

Finalmente, para que la industria del cannabis alcance su máximo potencial, es esencial que hombres y mujeres trabajen juntos para superar el machismo y otras formas de discriminación de género. Mucho ayuda a quien no estorba; por lo tanto, los hombres tienen la responsabilidad de convertirse en aliados activos en la lucha por la igualdad de género en el cannabis y en todas las esferas de la vida. Cuando todas las personas tienen la oportunidad de prosperar, toda la industria se beneficia con una mayor innovación, creatividad y sostenibilidad a largo plazo.

**Nota: Las conversaciones sobre mujeres, género y poder deben ser interseccionales por estándar. Las mujeres negras enfrentan desafíos diferentes a los de las mujeres blancas, la sexualidad es un espectro, y las personas que experimentan múltiples identidades marginadas a menudo enfrentan barreras más sutiles para la movilidad social y económica. Todo esto se refleja en el mundo del cannabis.

Por Marcel Lyra CanalBinóide