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Existen muchos factores diferentes que entran en juego a la hora de determinar qué tipo de experiencia tienes con el cannabis. Diferentes cepas, perfiles de terpenos, proporciones de CBD a THC: todos estos elementos pueden tener un gran impacto en tu experiencia, incluido cómo de colocado te sientes y durante cuánto tiempo. 

Pero uno de los elementos más importantes que influyen con el cannabis es el método de consumo. Por ejemplo, fumar marihuana y comer un comestible de cannabis ofrecen dos experiencias completamente diferentes. Pero, ¿cómo funciona exactamente en el cuerpo y cuál es el efecto de cada método de consumo?

¿Cómo funciona la inhalación?

Al fumar cannabis, los compuestos activos llamados cannabinoides se absorben a través de los pulmones y llegan al torrente sanguíneo casi de inmediato, en cuestión de segundos, rompiendo la barrera hematoencefálica. Esto permite que cannabinoides como el THC lleguen rápidamente al cerebro, donde se unen a los receptores del sistema endocannabinoide (SEC), especialmente a los receptores CB1, produciendo la sensación psicoactiva generalmente asociada con la marihuana.

Debido a que la inhalación permite que el THC llegue al cerebro tan rápidamente, fumar cannabis produce efectos a corto plazo con un tiempo de aparición muy rápido. Pero debido a esta rápida absorción del THC, también el efecto tiene una duración más corta. Esto significa que sientes los máximos efectos en torno a los 30 minutos y estos efectos no duran más de 2-3 horas.

Además, debido a que fumar marihuana crea una respuesta casi inmediata, los usuarios pueden medir la potencia de los efectos que están llegando en tiempo real. Como resultado, es menos probable que consuman en exceso. 

¿Cómo funcionan la ingestión?

Los comestibles son productos alimenticios elaborados con cannabis que también contienen los ingredientes activos como el THC, cannabidiol (CBD) o ambos. A diferencia de cuando se fuma cannabis, los comestibles se procesan a través del tracto digestivo y el hígado. Esto significa que el THC tarda mucho más en ser absorbido en el torrente sanguíneo y llegar al cerebro. Sin embargo, una vez que esto ocurre, los efectos duran más.

Y es que la ingestión oral de cannabis produce un efecto de primer paso significativo, lo que significa que los compuestos cannabinoides circulan hasta el hígado, donde se metabolizan o descomponen en compuestos llamados metabolitos.

El principal metabolito que producen los comestibles se llama 11-OH-THC, siendo su nombre científico completo 11-hidroxi-delta-9-tetrahidrocannabinol (o 11-hidroxi-THC). Aunque tiene THC en su nombre, el 11-OH-THC es técnicamente un compuesto diferente al THC. Ambas son sustancias psicoactivas, pero se estima que el 11-OH-THC es aproximadamente cuatro veces más potente que el THC. El efecto también dura mucho más y puede ser más sedante para muchas personas.

Esto se debe en parte al hecho de que el 11-OH-THC cruza más fácilmente la barrera hematoencefálica, atravesando la capa protectora entre los vasos sanguíneos del cerebro y el propio tejido cerebral. Una mayor cantidad de compuesto en el cerebro puede equivaler a efectos más intoxicantes.

Fumar cannabis también produce 11-OH-THC, pero en mucha menor cantidad. Después de la ingestión oral, la proporción de 11-OH-THC a THC es de aproximadamente 0,5:1 a 1:1, mientras que la inhalación produce proporciones de 11-OH-THC:THC de aproximadamente 1:20.

Sin embargo, dependiendo de la genética de cada usuario, esta proporción puede variar. Y es que una enzima en el hígado llamada CYP2C9 es la responsable de dividir el THC en 11-OH-THC. Y algunas personas tienen más cantidad de esta enzima que otras, por tanto, la constitución personal de cada usuario influye. 

Algunas personas además tienen diferentes variantes de esa enzima CYP2C9, por lo que en realidad los hace menos efectivos para metabolizar y eliminar el THC. Además, el cuerpo puede tardar más en excretar 11-OH-THC en comparación con el THC, por lo que los efectos duran más tiempo (de 4 a 8 horas) mediante la ingestión, porque el compuesto permanecerá más tiempo en tu sistema.

Cómo comer marihuana de forma segura

Sabiendo esto, puede ser más fácil usar comestibles de una manera que no cause una experiencia terrible. En primer lugar, comprueba qué proporción de cannabinoides está presente en tu comestible. Dependiendo de la cepa utilizada para elaborarlo, algunos contendrán solo THC, otros incluyen THC y CBD u otros cannabinoides “menores” como CBN o CBG. Todos estos cannabinoides diferentes tienen propiedades diferentes y sus proporciones afectarán la experiencia. 

Una dosis estándar de THC se considera 5 miligramos, pero sus efectos variarán según la tolerancia personal o la frecuencia con la que alguien consume cannabis. Aquellos nuevos en el mundo del cannabis deben empezar con poco y poco a poco, para evitar efectos secundarios adversos. La dosis para los nuevos consumidores oscila entre 1 y 2,5 mg de THC. Las dosis más altas, como entre 15 y 30 mg, son para quienes consumen comestibles con frecuencia; y las dosis superiores a 50 mg son para pacientes con marihuana medicinal o personas con experiencia con THC.

En segundo lugar, respeta la fase de retraso. Dale tiempo a un comestible para que haga efecto. Siempre puedes comer más, pero no puedes comer menos. Si es un producto que no has probado antes, no te comas la mitad del paquete. Se recomienda esperar de una a tres horas para que se produzcan los efectos: si no se siente nada después de tres horas, se puede tomar otra dosis baja o esperar hasta el día siguiente para probar una dosis ligeramente más alta.

Los efectos de los comestibles pueden durar hasta 12 horas, dependiendo de muchos factores, entre ellos, el estilo de vida, tu composición genética, tu dieta habitual y, sobre todo, cuándo comiste la comida versus cuándo comiste el comestible (es decir, si tienes el estómago lleno o vacío). 

También, consumir alimentos grasos junto con comestibles puede acelerar la absorción del THC, ya que es un compuesto liposoluble, es decir, una molécula que presenta una alta afinidad por las grasas y los aceites, lo que significa que se disuelve fácilmente en sustancias como la mantequilla para poder entrar en nuestro sistema digestivo. Debido a su naturaleza liposoluble, tiene la capacidad de atravesar las membranas celulares que contienen lípidos, lo que facilita su entrada en las células, donde se une a receptores específicos del sistema endocannabinoide para producir los efectos psicoactivos.

Por otro lado, algunas personas tienen problemas de tolerancia cuando consumen cannabis con frecuencia. Esto significa que necesitan dosis cada vez más altas para obtener los mismos efectos, ya que los cannabinoides se acumulan en su sistema. Para evitar este problema, simplemente abstente de consumir cannabis durante uno o dos días.

Elige el método de consumo que más te convenga

No existe un enfoque único para tu relación con el cannabis. Los diferentes métodos de consumo, como fumar o ingerir un comestible, brindarán experiencias diferentes. El mejor método de consumo para ti depende del tipo de experiencia que busques; y ahora que sabes exactamente cómo funcionan fumar y los comestibles, y cómo cada método afecta a tu cuerpo, tienes todo lo que necesitas para elegir la forma de disfrutar de la marihuana que mejor sea para ti.