Selección de semillas sativa: Investiga y elige una variedad de semillas de cannabis Sativa que se adapte a tus preferencias y necesidades específicas. Considera factores como el tamaño de la planta, el tiempo de floración, el perfil de cannabinoides y terpenos, así como los efectos deseados.

Preparación del espacio de cultivo: Prepara un espacio de cultivo adecuado, ya sea en interior o exterior, que proporcione suficiente espacio para que las plantas Sativa crezcan verticalmente. Asegúrate de contar con iluminación adecuada, ventilación, control de olores y temperatura.

Germinación de las semillas sativa: Germina tus semillas de cannabis Sativa utilizando un método de tu elección. Puedes optar por la técnica del papel de cocina, el método de la servilleta de papel, o directamente en un medio de cultivo como turba o lana de roca.

Trasplante a macetas: Una vez que las semillas hayan germinado y las plántulas hayan desarrollado raíces, transplántalas a macetas más grandes con un sustrato de cultivo rico en nutrientes. Asegúrate de proporcionar un drenaje adecuado para evitar problemas de encharcamiento.

Cuidado durante la fase vegetativa: Durante la fase vegetativa, proporciona a tus plantas Sativa un ciclo de luz de al menos 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad diarias. Asegúrate de mantener un ambiente óptimo con buena ventilación y niveles de humedad controlados. Proporciona nutrientes adecuados y agua según sea necesario.

Cambio a la fase de floración: Una vez que tus plantas hayan alcanzado el tamaño deseado, cambia el ciclo de luz a un período de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad para inducir la floración. Continúa proporcionando nutrientes específicos para la floración y controla el crecimiento de las plantas según sea necesario.

Cosecha y curado: Cuando los cogollos estén maduros y listos para la cosecha, córtalos cuidadosamente y cuélgalos boca abajo en un lugar fresco, oscuro y bien ventilado para que se sequen. Una vez secos, puedes proceder al curado de los cogollos en frascos de vidrio, abriendo los frascos periódicamente para permitir que se escape la humedad y se desarrolle el sabor y el aroma óptimos.